DE LA INJUSTICIA DE BOUNCE GAME

Índice:

-Prólogo. A Guillermo……………………………………………………............1

-Sobre las injusticias de Bounce Game…………………………………… 2

-Amor a las injusticias: Dechados…………………………………………....3, 4

PRÓLOGO. A GUILLERMO

1. Oh, mi querido Guillermo, los más de los jugadores disfrutan del juego Bounce Game en todas sus formas desde sus hogares, acometiendo su tiempo ocioso y empeño a pasarse todos los niveles a pesar de sus numerosos escollos. Si bien las malas lenguas dirán que esto lo hacen por la paga o incluso por los laureles, tanto tú como creador como yo como jugador ávido podemos atestiguar que estas acciones provienen de un deseo puro de experimentar el juego y no de una ponzoñosa ambición de obtener un capital o de ser vanagloriado por un afán vanidoso.

Aún así como ansioso seguidor del juego me veo dolido pero también obligado a denunciar algunas de sus injusticias, ante ti, su digno creador, pero también perpetrador de sus mismos defectos e imperfecciones. Si bien es una hazaña propia de grandes hombres el programar juegos que llenan de ánimos tan altos los corazones de sus jugadores, también es un error y característica, en esencia humana, el componerlos de manera imperfecta. ¿En efecto, que tiene de extraño que no consigan alcanzar las alturas más altas aquellos que, sin tener en cuentas sus propias fuerzas y capacidades limitadas por su humana naturaleza, deciden emprender los más altos y nobles de los proyectos no solo por su ambición propia sino también por el disfrute y bien de los demás.

Es decir, mi propósito al exponer las siguientes injusticias no es el de exigir la perfección en un mundo que siempre será imperfecto, ni el de denigrarte a ti, Guillermo, su sumo y bondadoso creador, sino el de implorar y sugerir los cambios aplicables al juego que, si bien no lo harán perfecto, lo llevaran por ese camino, haciendo que alcance la excelencia.

SOBRE LAS INJUSTICIAS DE BOUNCE GAME

2. A pesar del gran entretenimiento y placer que nos trae Bounce Game, me siento en necesidad de señalar sus más perniciosas injusticias y contratiempos. Si bien algunos insensatos que no aprecian el juego, podrían llevar a cabo ultrajes, acusándolo por razones indebidas, como por su intrínseca simplicidad o su falta de trama y desarrollo, yo vengo a denunciarlo no más que por sus más reales y terribles injusticias, que se convierten en trabas para las acciones y el disfrute de los jugadores como son las tormentas para la navegación de los marineros.

Es así, pues, que me dedicaré a revelar todas las autenticas injusticias de las existentes versiones de Bounce Game: la original, Dark Blink y Commanders, que son verdaderos desmanes contra los jugadores o garrafales descuidos por parte de su creador, no meras acusaciones o críticas infundadas propias del vulgo y la turba. No voy pues a, alegar en contra de cosas que no estén íntimamente relacionadas con el funcionamiento del juego, como el incidente de no haber recibido una recompensa a pesar de haber completado Bounce Commanders por no haber obtenido un rendimiento positivo, y mucho menos el de haber recibido una segunda vez, años más tarde, un premio por haber completado todos los niveles de un jugador del Bounce original de nuevo.

Es por esto que me dedicaré a ahondar detalladamente solo en las verdaderas injusticias, y no con el único objetivo denunciarlas, sino también para cuestionarlas y alabarlas en algunos extraordinarios casos.

AMOR A LAS INJUSTICIAS: DECHADOS

3. Si bien es mi intención exponer y enjuiciar las grandes injusticias de estos juegos mayormente magnánimos, he de confesar que no es mi intención reprochar a todas ellas. En algunos casos, hay injusticias que aportan cualidades virtuosas y excéntricas, que son características y afectan de manera positiva al juego. ¿Quién no se impresiona o ríe al ver a los poderosos e imponentes bosses del Bounce Original emitir bolas a velocidades frenéticas haciéndolo muy difícil y en algunos casos imposible que el jugador complete el nivel? Cada vez que una bola rebota aparece otra, y al rebotar esa otra aparece, luego la siguiente, llevando a un bucle de creación constante de bolas el cual no parece ser finito, siendo limitado solo por las capacidades de nuestro ordenador, cubriendo la pantalla del jugador con cientos de esferas en cuestión de segundos.

¿O también vamos a quejarnos porque en el Bounce Game Original podemos dirigir nuestro cubo hacia atrás, abandonando el respectivo marco que yace ante nuestros ojos, para huir de un rebote certero que hubiera acabado con nosotros, o en algunos casos, alejándonos indefinidamente hasta el punto de no poder volver a aparecer en la pantalla, simplemente por pura diversión? Además, en el caso de que sea un boss level, induciendo a una generación respectivamente infinita de bolas que rebotan alrededor de toda nuestra pantalla, como ya ha sido comentado antes, por un tiempo tan largo como el que nuestro ordenador permita.

Esto son injusticias sí, pero no traen adversidad sino sonrisas y sorpresas a los jugadores, los cuales, por mucho que jueguen a Bounce Game, nunca dejaran de deleitarse ante tan curiosas ocurrencias. ¿O acaso exigirías que estas peculiares particularidades fueran eliminadas? ¿Preferirías un Bounce con bosses más fáciles, te molestarais en exigir el derecho de que tu cubo volviera a aparecer en la pantalla después de haber empleado un minuto apretando la flecha de la izquierda alejándolo de ella? Lo dudo, pues esto en la mayoría de los casos no haría que tu disfrute del juego fuera mayor, sino que seguramente se redujera, al hacer tu experiencia y entretenimiento más monótonos y superfluos, despojándolos de unos atributos que si bien pueden parecer excesivos e innecesarios, hacen al juego más distintivo y gozoso.

4. Tampoco voy a criticar a la injusticias de la desinformación, porque a pesar de ser molestas, no son graves y una vez te has percatado de ellas desaparecen. Hablo de los dos niveles extra que hay en Bounce Dark Blink, los cuales permanecen ocultos tras lo que parece ser un objeto dañino, una hélice cortante, y solo los descubres al acercarte, o la habilidad de disparar mísiles en Bounce Commander, de la que si bien el juego te informa, no lo hacen de una manera suficientemente clara y aparente.

No es pues mi intención criticar estos añadidos, ya que a pesar de que no son lo suficientemente obvios para todos los jugadores, sí aportan un entretenimiento mucho mayor a estos, y una vez descubiertos, dejan de suponer un problema.